Ya hablé una vez sobre ella y de que es una de mis cantantes favoritas, pero hoy no hablare sobre sus videoclips o canciones, sino, de su última aparición en la gala de los Council of Fashion Designers of America, en la que se premian la capacidad creativa de los diseñadores y el estilismo y elegancia. Lady Gaga fue nuevamente premiada como «Icono del año».
En la alfombra roja apareció con su habitual y llamativa forma de vestir, ya que la cantante se enfundó en un minivestido con un gran escote corazón , mangas y cuerpo semitransparente y una larga cola, enganchada en la cintura, hecha a base de tul y gasa de color negro y firmado por su diseñador fetiche Mugler, acompañado de unas vertiginosas plataformas, también en color negro. El toque de color lo puso su peluca de color azul turquesa, con corte a lo Cleopatra y sus labios y largas uñas de color rojo.
En un momento de la gala decidió deshacerse de la cola de su minivestidos y quedarse con el ajustado corpiño y las medias que llevaba, dejando al descubierto un tanga de pinchos.
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